Thursday 26 April 2012

(ES) -Aforismi-

(IT) - IL CANE È IL MIGLIORE AMICO DELL'UOMO-


Veglia al cimitero padrone morto
Cagnolino commuove Sardegna


Due mesi fa seguì il corteo funebre dalla chiesa parrocchiale sino al cimitero, dove da allora si reca ogni giorno per un saluto al suo padrone. Il piccolo bastardino color miele che, in paese, a Tonara nel nuorese, chiamano «Senza nome» perchè non si conosce quale gli avesse assegnato il suo padrone ricorda, anche se il rito si ripete solo da alcuni mesi, la costanza della fedeltà del cane Hachiko, protagonista in un film con Richard Gere, che per circa dieci anni aspettò il padrone alla fermata del treno.

La vicenda del «cane fedele» - ha riportato il quotidiano L'Unione Sarda - si è snodata nel tempo dopo che il suo padrone, di 60 anni, è morto improvvisamente per infarto. Alcuni altri cani che teneva con lui sono stati «adottati» da alcuni compaesani ma «Senza nome» ha deciso di vegliare la tomba dell'uomo. Una guardia giurata che controlla il camposanto ha anche notato che la bestiola ha scelto di vivere vicino al camposanto e quando una vicina di casa del pensionato morto, che è anche la madre della guardia giurata, si reca quotidianamente in cimitero per portare un fiore e una preghiera ai suoi morti, dall'erba balza il cagnolino che la segue e assieme entra nel cimitero, raggiungendo la tomba del padrone mentre la donna si dirige verso i suoi parenti defunti, poi dopo un pò il cagnolino riesce e torna nella sua tana, dove i paesani sanno che vive e non gli fanno mancare il cibo.

Tuesday 24 April 2012

(ES) -LENGUAS MATERNAS-



- En un mundo cada vez más globalizado hablar dos idiomas en lugar de uno parece tener ventajas prácticas evidentes. Si a ello le añadimos que los científicos, desde hace ya algunos años, consideran que el bilingüismo convierte a sus practicantes en personas más inteligentes, con profundos efectos en el cerebro, con mejoras en las habilidades cognitivas no relacionadas con el lenguaje y que incluso llegan a proteger contra la demencia en la vejez nos hallamos ante un hecho notablemente beneficioso.
Así lo asegura Yudhijit Bhattacharjee, de la prestigiosa revista Science, en un artículo publicado este fin de semana en The New York Times. Según sostiene Bhattacharjee, este punto de vista del bilingüismo es diametralmente diferente al que había existido durante el siglo XX. Investigadores, educadores y políticos que consideraron durante mucho tiempo un segundo idioma como una intromisión, desde el punto de vista cognitivo, que dificultaba el desarrollo académico e intelectual de un niño estaban equivocados.
Los científicos han descubierto que la interferencia entre idiomas, lejos de lastrar el rendimiento de un estudiante, lo que supone es una "bendición disfrazada", señala el autor de Science. "Se obliga al cerebro a resolver un conflicto interno, dando a la mente un entrenamiento que fortalece sus músculos cognitivos", añade.

Los bilingües son más hábiles que los monolingües en la solución de ciertos tipos de rompecabezas mentales, como han demostrado diferentes estudios. Asimismo, hablar dos idiomas, según distintas investigaciones, mejora la función ejecutiva del cerebro, el sistema de mando que dirige los procesos de atención que utilizamos para planificar, resolver problemas y realizar otras tareas mentales paralelas.
La diferencia clave entre bilingües y monolingües se centra, según el artículo, en una mayor capacidad para percibir los cambios en el entorno. "Los bilingües tienen que cambiar de idioma a menudo -es posible que hablen con el padre en una lengua y con la madre en otro idioma", afirma Albert Costa, investigador de la Universitat de Pompeu Fabra, en el artículo del diario neoyorquino. "Necesitan estar atentos a los cambios a su alrededor de la misma forma en que estamos atentos a lo que nos rodea cuando conducimos".

Además, la experiencia bilingüe parece influir en el cerebro desde la infancia hasta la vejez. "Y no hay razón para creer que no puede aplicarse también a los que aprenden un segundo idioma más adelante en la vida", concluye el artículo de The New York Times.

La Vanguardia

(ES) - Maneras en la mesa-

En estos últimos días se han hecho comentarios en las redes que van encaminados a destruir más que a crear

Ninguna de las asignaturas que estudiamos en nuestras carreras ni ninguno de los trabajos de traducción que hacemos, nos pueden dar las claves de LA EDUCACIÓN.

Hay que escribir en las redes de forma positiva ya que lo que no podemos hacer es hundir más a las personas que están intentanto salir hacia adelante como pueden.

Como diría un amigo mío:

 —Ao macchè cazz stai a dì Aooo—

Pero yo diría a las personas que no pueden controlar las cosas que escriben en las redes que antes de escribir manden sus comentarios a alguna persona que los pueda editar, corregir, cortar o (y si es necesario) borrar y olvidar.

Buenos días a todos.

J

Sunday 22 April 2012

(ES) -Español oral-

Me parece muy interesante la relación tan estrecha y a la vez tan autárquica que tenemos algunos españoles con nuestra querida lengua. Quizá sea una mezcla de tradiciones culturales y por consiguiente lingúísticas.


Hoy mismo, sentado en el autobús, he sido testigo de una de las conversaciones más extrañas y a la misma vez más comunes del panorama idiomático que me circunda:

En el autobús muchas veces queremos preguntar al conductor alguna cosa, pero como no queremos molestar, lo hacemos [recordáis: las técnicas de mitigación, http://www.leeds.ac.uk/linguistics/WPL/WP2000/Davies.pdf] de una forma sutíl. Hablamos con voz baja (para que no se entere mucha gente), con un tono que nos recuerda más a caperuita roja que a una persona real etc.

Bueno, pues, esta tarde además de todas estas técnicas de mitigación internacionales me he dado cuenta de que en el sur de España tenemos una más que es: no terminar las frases.

Por lo que he podido averiguar esta técnica se centra en no terminar las frases ya que:

1) La persona que debe responder interrumpe antes de que la persona que pregunta haya terminado.
2) La persona que habla no pretende (en lenguaje coloquial son muy normales las interrupciones) terminar la pregunta porque espera ser interrumpida.
3) La persona que pregunta, al no terminar la frase, da el poder en la conversación mayor a la persona que tiene que responder (mitiga la pregunta) ya que esta puede interpretar con más libertad la pregunta y responde más o menos a lo que quiere.
4) Todas las anteriores llevan a la implicatura de que no queremos ser irrespetuosos y que estaríamos muy agradecidos de que nos hiciera el favor.

La conversación ha sido la siguiente:

Una mujer se adelanta, mientras el autobús de línea está parado en una de las paradas previstas, desde la parte de atrás hasta cerca del conductor, y dice:

— mmmmmm...—dice la señora— podría usted...es que me viene mejor un poco más...si no le importa...sí...detrás de...bueno, más adelante...

—Bueno, yo nunca...es que normalmente...bueno, pero baje rápidoresponde el conductor .

Mi alegría y mi sorpresa es que estas dos personas se comprendieran exactamente y además se creara la implicatura de la petición educada.

Llegados a esta punto podríamos decir, bueno, pero, ¿no sería más económico, rápido, claro y más correcto decir directamente "por favor" en un tono normal y no tener que pasar por la agonía de la voz baja, la cara de corderico degollao entre otras formas de concesión linguística?

Bueno, pues aquí quería llegar yo. Los españoles somos un pueblo que, en su mayor parte nos avergonzamos de ser educados y de hablar con propiedad en situaciones públicas [para no imponernos, supongo]. Tenemos grabado [quizá algún compañero sociólogo pudiera estudiar convenientemente desde un punto de vista histórico ésto] en nuestra consciencia colectiva [en el registro coloquial de la lengua, esto es] la conveniencia de no disturbar a la persona que tiene en práctica la situación bajo control con un lenguaje correcto y debemos usar entonces otras medidas de mitigación que puedan justificar la necesidad de nuestra petición y la imposibilidad de evitarla, aunque sea con los ojos llorosos.

En estas ocasiones las máximas de cantidad, calidad, relación y manera de Grice, cobran un cierto valor añadido.

José



Thursday 19 April 2012

(IT) -Cinema Paradiso-

LA LENGUA Y LA CULTURA


El cine, es una de las piezas culturales que más me interesan de la cultura italiana. Como cualquier italianista podrá confirmar el cine de este país y su capacidad de transmitir la cultura popular desborda cualquier intento de emular la misma hazaña de otros países transalpinos. 

Después de ver un puñado de películas italianas de Alberto Sordi o de Vittorio Gassman, se confirma ante los ojos de cualquier persona a la que me guste el cine que si Italia no es exactamente así, le falta poco.
Me interesa, sin embargo, sobremanera saber si el italiano que se usa en las películas que se presentan como películas "populares" es el mismo que se usa en la realidad. En estos últimos meses, y después de interminables charlas sonbre el tema con PABLO ZAMORA (UMU) perece que la conclusión académica es que extrayendo un corpus de unidades fraseológicas podemos estudiar la fijación, el registro y otros parámetros el su uso.

Ahora, como ya sabemos, el lenguaje del cine se llama oralidad prefabricada. ¿No podría ser que las UFs del cine popular en Italia se usen para poner encima de los personajes una tarjeta que nos explique a que nivel diastrático pertenecen?


Yo, personalmente no me creo que las personas en italia se comporten de una determinada manera o que se pasen las horas muertas diciendo:
  •   Ma lo vuoi allora il caffè? [dislocazione a destra]
  •   È meglio che tu vai a fare la spessa. [Neutralizza il congiuntivo]
  •  
Lógicamente la evidencia está ahí y el italiano es una lengua en plena evolución debido a factores históricos pero, ¿podemos hacer que desaparezcan dos registros y quedarnos solo con un único registro medio-bajo de habla popular?
El próximo 3 de mayo a las 12:00 CARMEN MELLADO estará en la UMU para hablar de Fraseología y otras estulteces de la lengua. así que no podré perdérmelo. Veremos a ver que se dice al respecto.